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El negocio del agua embotellada se ha convertido en uno de
los negocios mas fructíferos y rentables del siglo.
Tan solo en estados unidos el negocio del agua
embotellada genera unos 4,000 millones
de dólares al año y su calidad está regulada por la dependencia de gobierno que
vela por la inocuidad alimentaria.
A pesar de que tomar agua embotellada nos puede resultar
casi 3 veces más caro, el consumo sigue aumentando.
Algunos porque no tienen acceso a un garrafón, u otro por
flojera, pero resulta mucho más fácil asistir a la primer tienda, comprar un
agua y en cuanto se termine desechar la botella.
Cuando un verdadero uso responsable sería cargar nuestro
propio cilindro lleno de agua, lavarlo y rellenarlo un sinfín de veces. O bien no
desechar la botella que recién compramos si no guardarla, y reutilizarla por lo
menos un par de veces antes de pensar en comprar otra.
Por otra parte un gran problema es presentado por el gobierno
y las autoridades, quienes establecen las normas de calidad y limpieza que debe
tener el agua para que pueda ser ofrecida a la población. Mientras que la
calidad del agua de la llave resulta ser mucho más baja y aplican mucho menos
restricciones que al agua embotellada.
Lo cual para quienes no tienen la posibilidad de comprar
agua ya sea embotellada o de garrafón representa grandes riesgos de salud.
Sin embargo el cuidado tanto de nuestro bolsillo como de
medio ambiente depende directamente de cada persona, como lo es el hecho de en
primera preferir tomar agua en lugar de refresco.